“Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.” 1 Samuel 17

Cuando David, el pastor, se vio movido por el Espíritu Santo a enfrentarse al gigante Goliat, intentaron vestirlo con la armadura de Saúl pero él la rechazó, y tomó 5 piedras lisas de un arroyo. Con esas piedras y el poder del Espíritu Santo respaldándolo enfrento y venció al gigante. De la misma manera los hombres y mujeres que hemos aceptado el llamado de Dios para servirle como pastores debemos enfrentar las batallas de nuestro ministerio revestido con el poder del Espíritu Santo. Y es la intención de estas páginas que los consejos y las experiencias ministeriales de variados siervos de Dios nos sirvan como piedras lisas para ayudarnos en nuestra tarea.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Ten cuidado de ti mismo



Tema: TEN CUIDADO DE TI MISMO
Texto: 1 Timoteo 4:16

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”

Introducción:
Sabemos que las epístolas que el Apóstol Pablo les escribió a Timoteo y a Tito son llamadas epístolas pastorales porque resultan ser el consejo del Apóstol a estos dos pastores jóvenes a quienes Pablo guiaba en el ministerio.

Timoteo había sido enviado a pastorear la iglesia de Éfeso y  Tito a pastorear la obra en Creta.

Pablo dedica estas epístolas a instruir a estos dos obreros e como manejar la obra de Dios y como conducirse en la casa de Dios de tal manera que fueran obreros aprobados. “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” 1 Ti. 3:14-15 

Timoteo recibe instrucciones sobre la oración, sobre el atavío y la conducta de las mujeres en la iglesia, sobre los requisitos para nombrar obispos y diáconos,  sobre como distinguir y atacar los espíritus de apostasía, como tratar a los distintos miembros de la iglesia (ancianos, ancianas, jóvenes, jovencitas, viudas, amos, esclavos, ricos), como bregar con los demás obreros y como bregar con el pecado de un obrero y como enfrentar el surgimiento de falsas doctrinas en el seno de la iglesia. En fin, múltiples instrucciones para que pudiera cumplir su ministerio.

Pero en medio de todas esas instrucciones de como ejercer su trabajo en el Señor, Pablo se detiene y le da un consejo muy especial a Timoteo: “TEN CUIDADO DE TI MISMO”.

Con estas sencillas pero profundas palabras Pablo se dirige directo a una de las áreas mas importantes de la vida de un obrero del Señor, y no se trata de su predicación si es muy elocuente, si usa bien la homilética, la hermenéutica o la teología, no se trata de si sabe ganar muchas almas para Cristo ni si sabe desarrollar un programa de culto interesante ni si tiene carisma o no con la gente.

Se trata de la vida personal del ministro de Dios, de su vida fuera del púlpito y fuera de las 4 paredes del templo, mas aun se trata de su hombre interior, de su hombre privado y de su relación personal con Dios. De velar mas por la viga de tu propio ojo, que por la paja del ojo del vecino.

En muchas ocasione los ministros de Dios nos ocupamos y nos cargamos con las responsabilidades de la obra y nos descuidamos a nosotros mismos. Es cierto que la Palabra dice en Proverbios 27:23- “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños.” Y se hace más fácil estar pendiente del error o pecado o debilidad de los hermanos y hasta de los otros ministros que el mirarnos a nosotros mismos.

Pero la exhortación de la Palabra de Dios hoy es: TEN CUIDADO DE TI MISMO.